El Departamento de Prevención de Riesgos Laborales de Ceoe-Cepyme de Ciudad Real ha realizado en lo que va de 2010 un total de 132 visitas a otras tantas pequeñas y medianas empresas para comprobar si cuentan con un plan de prevención adecuado.
Pese a la ley que obliga a todas las empresas, sean del sector que sean, a tener programado todo lo relativo a evitar accidentes, un texto normativo que data de 1995, aunque ha sido modificado y adaptado en varias ocasiones a lo largo de estos años, 15 de esas pymes visitadas no contaban con ningún plan, lo que supone un 11%; un porcentaje que cada año es menor y que es extrapolable a la realidad empresarial de toda la provincia, dado que las visitas se realizaron en un buen número de municipios y a empresas de todos los sectores.
Así lo explicaba a El Día la responsable de Prevención de Ceoe-Cepyme, Aurora Delgado, quien indicó que este departamento de la organización empresarial tiene dos ramas: el asesoramiento gratuito a empresas, que comenzó a ofrecerse en el año 2000 e incluye a los autónomos que lo requieran, aunque la ley no les obliga aún a tener planes específicos; y el servicio mancomunado de prevención, en 2004.
En cuanto al primero, el asesoramiento, se presta a las empresas que lo soliciten, pero también es el propio departamento el que se ofrece a determinadas empresas para orientarlas en la creación de los programas de prevención, así como para supervisar los que ya existan.
En este sentido, Aurora Delgado subrayaba el alto grado de aceptación de los empresarios a la idea de contar con un plan de prevención, después de unos primeros años de recelo tras la aprobación de la ley. Hoy, más que recelo, lo que hay entre quienes aún no lo tienen es dejadez. “La mayoría lo consideran importante porque han visto que lo que se pretende es reducir la siniestralidad; han entendido que la prevención es una parte más de la organización de la empresa, no unos simples documentos que hay que tener por si viene la Inspección de Trabajo”, explicaba.
En cualquier caso, sí que hay empresarios que, aunque a priori no se nieguen a contar con un plan, porque la ley obliga, no ven su finalidad, probablemente porque en su empresa los riesgos son prácticamente inexistentes. Así, el sector donde menos se comprende la finalidad de estos planes es el comercio, que no suele generar accidentes, aunque también debe contar con planes de prevención.
De hecho, en lo que va de año es uno de los sectores al que pertenecen el mayor número de empresas visitadas por el Departamento de Prevención, que ha pasado por 44 empresas de comercio, 44 de servicios, 40 industrias y cuatro empresas agrícolas.
El servicio de asesoramiento comienza con una entrevista al empresario, al que se le presenta un cuestionario de ‘autochequeo’ de la situación de la empresa en materia de prevención. A partir de ahí se realizan diversas propuestas de actuación.
Las pymes suelen decantarse por una de las tres siguientes modalidades: contratar el servicio de prevención a una compañía externa; que lo lleve a cabo el propio empresario; o que se encargue de este tema un trabajador.
El asesoramiento se dirige especialmente a empresas de entre siete y diez empleados, aunque también se ha llegado a alguna compañía de hasta 20 ó 30 trabajadores. Y no sólo porque Ciudad Real es una provincia donde lo que más hay son empresas pequeñas, sino que en empresas de mayor tamaño el grado de conocimiento de las actividades preventivas es también mayor. “En las empresas pequeñas no suele haber un delegado de prevención, y el empresario es un trabajador más que está más pendiente de la organización y los beneficios de su empresa”.
Pocos riesgos
Afortunadamente, el índice de accidentes laborales en las pymes de la provincia es muy bajo, aunque depende de la actividad. Aurora Delgado apuntaba como uno de los sectores de mayor riesgo el industrial y, dentro de éste, la carpintería metálica, por la proyección de partículas o virutas de metal que pueden afectar a los ojos de los trabajadores.
En cuanto al sector servicios, el principal riesgo que presenta es el de las lesiones músculo-esqueléticas, por el desplazamiento de cajas o paquetes de gran peso en los almacenes. “Pero tampoco suele ser muy grave, ya que en ocasiones el empleado está de baja tan sólo tres o cuatro días”, apuntaba.
Por otra parte, Delgado comentó que es habitual encontrar deficiencias en los planes de prevención cuando, en las visitas a las empresas, se observan las tareas que se realizan y el estado de las instalaciones y de la maquinaria. “Hay cosas que se escapan y puede haber accidentes producidos por riesgos que no se contemplaban en el plan; en ese caso, hay que actualizar la prevención”.
Al margen del plan de prevención, que puede ser elaborado directamente por el empresario, éste debe ir acompañado de la llamada ‘vigilancia de la salud’, un servicio que las empresas deben tener contratado con algún agente externo que se encargue de controlar que todo esté en orden.
Ésta es otra obligación legal sobre prevención, una materia que, en caso de carencia de plan o que éste sea deficiente, puede dar lugar a sanciones económicas que oscilan entre 300 y 600.000 euros, en función de la gravedad de la deficiencia detectada por la Inspección de Trabajo.
Servicio mancomunado
En lo que se refiere al servicio mancomunado de prevención que ofrece Ceoe-Cepyme, se trata de una herramienta que permite a un determinado grupo de empresas con características comunes y que no pueden tener un servicio propio, contar con uno que resulta mucho más económico que si lo contratara externamente.
“Tienen que ser empresas que pertenezcan a Ceoe-Cepyme y para las que este servicio es igual que si lo tuvieran contratado directamente”, indicaba la responsable del Departamento de Prevención de Riesgos Laborales.
Fernando Domínguez
