El nuevo centro, ubicado en Córdoba, surge gracias a la colaboración entre la Universidad y la Junta de Andalucía para profundizar en el estudio de enfermedades específicas como los riesgos en el embarazo.
Ampliar las investigaciones sobre los riesgos laborales específicos que padecen las mujeres en sus entornos de trabajo, será el objeto de estudio del nuevo laboratorio observatorio de las condiciones de trabajo, desde una perspectiva de género, que la Consejería de Empleo y la Universidad de Córdoba pondrán en marcha tras la firma de un convenio.
Este proyecto contará con una inversión inicial de la Consejería de Empleo de 200.000 euros y con la colaboración de la Universidad de Córdoba, que pondrá a disposición del laboratorio observatorio sus instalaciones además de un equipo de 15 investigadores y apoyo técnico. El centro se unirá asimismo a la red de laboratorios del Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales dependiente de la Consejería de Empleo, que ya cuenta con el laboratorio de riesgos psicosociales de Jaén y el de enfermedades profesionales de Huelva.
El consejero de Empleo, Manuel Recio, que presentó a principios de semana junto al rector de la Universidad de Córdoba, José Manuel Roldán, ha destacado que sólo existe una iniciativa similar en la Universidad de Chile, y que este laboratorio nace "para dar respuesta a la masiva incorporación de la mujer al mercado laboral", que en la última década ha sumado más de medio millón de nuevas trabajadoras.
Según el consejero de Empleo, el tradicional enfoque masculino de las relaciones laborales ha provocado que no se profundice en la investigación de enfermedades como el estrés provocado por las dificultades de conciliar vida laboral y familiar o los factores de riesgo relacionados con las etapas de gestación o embarazo, además de patologías musculoesqueléticas que sufren especialmente las mujeres trabajadoras.
Entre las actividades que ya tiene previsto realizar el Laboratorio Observatorio de Córdoba, el consejero de Empleo destacó la creación de una base de datos sobre las condiciones de trabajo desde un enfoque de género o la elaboración de un estudio sobre el número de trabajadoras que están expuestas a agentes de riesgo físicos, químicos o biológicos, para detectar futuras enfermedades profesionales.
Para analizar estas situaciones, el laboratorio cuenta con un equipo de expertos universitarios del ámbito psicológico, organizativo, médico y jurídico, que elabora informes o estudios al respecto (para medir la evolución de estos daños) y crea una base de datos (sobre los riesgos que emerjan en los lugares de trabajo) y un boletín informativo.
Además de la labor de investigación, el laboratorio abordará otras actividades de divulgación como la organización de jornadas y seminarios científicos o la elaboración de un boletín informativo cuatrimestral. Un Plan Director Bienal o estudios monográficos sobre riesgos concretos son otras actividades que completarán los dos primeros años de funcionamiento del laboratorio.
La red de laboratorios observatorios que mantiene el Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales nace con el objetivo de investigar sobre los nuevos riesgos y métodos de prevención derivados de los cambios del mercado laboral, con fenómenos como la feminización y el envejecimiento de los trabajadores; la aparición del estrés, la depresión o el acoso en el trabajo. La red de centros también pretende ser un servicio permanente de información para empresas, universidades y profesionales, además de un espacio público para la investigación y la difusión de conocimientos.
Estos laboratorios responden a la necesidad de investigar estas problemáticas específicas, derivados de los cambios que ha experimentado el mercado de trabajo, con fenómenos como la feminización. Ya se han puesto en marcha los de Huelva y Jaén, dedicados a las enfermedades profesionales y los riesgos psicosociales, respectivamente.
